jueves, 7 de octubre de 2010

Talit para mujer... Si o no? - Parte 1

Sé que muchos tienen el tema claro, otros no tanto. Algunos tienen dudas, otros miedo, otros enojo y otros orgullo. En esta primera parte voy a contar algunas generalidades básicas; en las próximas, profundizaré un poco más y les adjuntaré links a artículos ya escritos. Los invito a ver el tema juntos, y si les parece, espero comentarios, links, preguntas y vamos siguiendo la charla y buscando respuestas juntos.

Como punto de partida me parece tomar el hecho de que el talit para mujer no está prohibido. Entonces llega la pregunta de por qué hay quienes lo rechazan rotundamente y de por qué es aparentemente una realidad nueva (digo aparentemente, porque en verdad no lo es). Y la respuesta más básica es que la mujer está excenta de este precepto como de otros que tienen un tiempo prefijado, es decir que dependen de un horario para ser cumplidos. No es ilógico eximir a las mujeres de obligaciones con horarios fijos tanto por condiciones biológicas como culturales. Y aquí, en el tema cultural, o social,  creo que hay una respuesta a por qué en los últimos tiempos aparece el talit para mujer en forma más difundida: porque el lugar y las funciones de la mujer en la sociedad en los últimos tiempos cambiaron. Desde ya esto es discutible y más aún para la ley (me refiero a la halajá, ley judía) y es justamente en este punto de la ley donde se generarán las diferencias entre los distintos grupos religiosos dentro del judaismo ya que la base de las diferencias entre los mismos es el manejo de la ley, respecto a flexibilidad y cumplimiento. Válidas desde ya, las diferencias están más a la vista o menos a la vista, y es enriquecedor, sano y hermoso, convivir con ellas en paz.

En resumen para esta primera parte, para la ley judía la mujer está excenta y no prohibida de cumplir con el precepto de Talit. Este punto es el que generará las diferencias  ya que a esto se suma que quién está excento de cumplir un precepto no saca de obligación a otro que no está excento. Así y todo, hay mujeres religiosas que sí usan talit. Quiénes? Dónde? Cuándo? Qué significa estar obligado o no? ...Lo seguimos la próxima.
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Mientras tanto, y siendo que se acerca el Día de la Madre, los invito a conocer nuestra propuesta de Talitot para mujer y para hombre clickeando acá.

4 comentarios:

  1. El gran problema en una mujer que se pone talit es que surge entre una discucion halajica entre el Rambam y Rabeinu Tam, que basciamente concluye en que si una mujer sfaradia hace braja sobre el tzitit del talit estaria haciendo una braja en vano y pasando por una transgresion de la Tora, asi que no puede decirse que es simplemente un conflicto social...

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  2. Moshe Arieh, eso es uno de los puntos que yo traía: la halajá. Viene en las próximas entregas de este tema, cómo la halajá es concebida por los distintos grupos. Históricamente en nuestra tradición la halajá fue discutida desde distintos puntos por nuestros grandes sabios.
    Gracias miles por el comentario y lo seguimos viendo en las próximas entradas. Dale? Hay más explicaciones, hay ejemplos... Lo seguimos.
    Ah! Ya sé, me vas a decir que la halajá es sólo una y que no se entiende de una manera u otra manera, pero la realidad muestra que hay diferencias. Lo que digo es que las diferencias están a la vista desde la vestimenta de unos y otros hasta los rezos de unos y otros, pasando por más y más ejemplos de realidades visibles que cada uno que lea esto enseguida va a poder encontrar.
    Lo dije al iniciar la entrada, es un tema que trae muchas reacciones y por eso quiero que lo veamos de a poco y lo vayamos descubriendo entre todos. Gracias! Mil gracias por enriquecernos con tu comentario y espero que nos traigas más a lo largo de la charla. Una vez más, gracias.

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  3. no no estoy de acuerdo

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  4. A quien haya escrito el comentario de no estar de acuerdo, sólo le digo que dudé en publicarlo, ya que no viene acompañado de argumento, no dice con qué de todo lo que escribo en esta entrada no estás de acuerdo... Y, sumado a esto, no te identificás. Por eso y porque quiero darte la opción de que amplies y te presentes, decidí publicarlo. Con gusto recibiremos tu opinión.

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